Cooper Manning y sus cinco hermanos eran verdaderos dragones. Siglos atrás, cuando los humanos se habían vuelto en contra de su clase, su padre se sacrificó para salvar a sus hijos lanzando un poderoso hechizo que les permitía caminar entre los humanos. Incluso siglos más tarde, Cooper no podía dejar de lado el pasado y despreciaba a la mayoría de los humanos. Carson Langley estaba agotada. Después de ser obligada a trabajar treinta y seis horas seguidas, sin saberlo, ella se había quejado con el nuevo propietario de la planta, ahora sabía que había sido despedida. No había nada más que hacer que ir a casa y llorar sobre eso más tarde. Cooper fue enviado por su hermano para recuperar a la mujer que los podía y traerla de vuelta a la planta, y tampoco estaba muy contento con eso. No ayudó que cuando ella abrió la puerta compartió su mal humor, y que cuando él le tocó la mano, la magia que surgió entre ellos solo significaba una cosa: ella era su otra mitad, y ella era humana... Cooper Estaba viendo rojo.